lunes, 10 de marzo de 2014

El método histórico o la metodología de la historia es la forma de método científico específico de la historia
como ciencia social. Comprende las metodologías, técnicas y las directrices mediante las que los historiadores
usan fuentes primarias y otras pruebas históricas en su investigación y luego escriben la historia; es decir, elaboran la historiografía (la producción historiográfica). La cuestión de la naturaleza del método histórico, e incluso, de la propia posibilidad de su existencia como método científico, se discute por la epistemología (filosofía de la ciencia, metodología de las ciencias sociales) y la filosofía de la historia; y en cierto sentido por la historiología (o teoría de la historia).Pero la historia tiene que ir más allá de la exposición de los hechos pasados: debe interpretarlos, comprenderlos. El método utilizado se llama "hermenéutica", que es la ciencia de la interpretación. Este método fue propuesto por Wilhelm Dilthey, que pensaba que para entender las acciones humanas habría que ponerse en la piel de los actores. Pero la historia tiene que ir más allá de la exposición de los hechos pasados: debe interpretarlos, comprenderlos. El método utilizado se llama "hermenéutica", que es la ciencia de la interpretación. Este método fue propuesto por Wilhelm Dilthey, que pensaba que para entender las acciones humanas habría que ponerse en la piel de los actores. 
  1. Datación (localización en el tiempo) ¿Cuándo se produjo la fuente?
  1. Localización en el espacio ¿Dónde se produjo?
  1. Autor ¿Quién la produjo?
  1. Análisis de la procedencia ¿A partir de qué material preexistente se produjo?
  1. Integridad ¿En qué forma original se produjo?
  1. Credibilidad ¿Cuál es el valor probatorio de su contenido?



Las principales directrices de uso común por los historiadores en su labor son, en primer lugar la heurística (localización y recopilación de las fuentes documentales, que son la materia prima del trabajo del historiador); en segundo lugar la crítica de esas fuentes (distinguiendo dos formas de crítica, que se refieren al trabajo con las fuentes documentales: crítica externa y crítica interna); y en último lugar la síntesis historiográfica (que es el producto final de la historiografía). Terminado ese proceso, queda la publicación, paso ineludible para que la comunidad historiográfica comparta y someta a debate científico y falsación su labor, y se divulgue entre el público para que su conocimiento pueda servir a los fines de la historia.
La historia se basa en el estudio crítico de los documentos, edificios y restos de tiempos pasados. Ha de ayudarse de muchas ciencias complementarias: arqueología, lingüística, análisis químico de materiales, psicología, medicina, etc. Esto permite que las afirmaciones sobre hechos puedan tener una evidencia firme. 
Hay seis formas principales de preguntar a una fuente documental para juzgarla, es decir, hacer su crítica, la crítica de fuentes:
Las cuatro primeras son conocidas como crítica mayor (crítica histórica o método crítico histórico); la quinta, crítica menor (crítica textual o ecdótica); ambas, la mayor y la menor (las cinco primeras preguntas) se denominan crítica externa. La sexta y última se llama crítica interna
La función de la crítica externa es esencialmente negativa, en el sentido de que simplemente evita el uso de fuentes falsas; mientras que la función esencialmente positiva corresponde a la crítica interna, cuya misión es proponer cómo utilizar las fuentes autentificadas

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